martes, 31 de agosto de 2010

Retrato del alma


Garbosamente encogí las piernas, me encerré, me encimé en mi cuello, me observé por dentro. Me sentí un calcetín, un aroma insensato, una caja vacía, un estante sucio, un trozo de papel, una pluma incompleta y gris. Sentí el sudor por detrás de los ojos, el frío de mis hombros, el cielo ajustado y pequeño amordazando mi existencia. Me hundí en un falso sueño, un sueño prácticamente irremediable para mi cabeza. Me sumergí en un océano de nubes, y volé tan alto como pude en la humedad.
Asqueada de las lágrimas, y mi piel. Moribunda de oxígeno, de realidad. No obtuve más que una mágica incertidumbre de las palabras simples. Ideas contradictorias, recuerdos sólidos que fastidian mi porción de cuerpo abotonado, achicado como papel en el agua.
Bajé la cabeza y escarbé lo que encontré.
Y de pronto hablé, me nombré algunas veces, me miré en el espejo, y me dije, estoy bien. Me dije que el dolor era producto de mi debilidad temporal, ERA mi debilidad temporal, mi amable debilidad que me reflexionó por que la mente estaba VAGA. Porque mi corazón se arrugó y me sentí un útero. Y de pronto, una flor.
Crezco, me inflamo. Mi autoestima se esfuerza presionando, ¿acicalando mi vanidad? Puede ser positivo. Puedo ser más grande. Me quiero, y me quiero. Me quiero aún más, y así te veo, te veo más hermoso a vos, a ella, a mi al rededor mi panorama es claro, y mi voz me aplaude por un instante.

Sabor a pintura de labios.

Imaginé la tarde, al otro lado de la ventana. Ni una nube debía de estar sobre Buenos Aires, ni una nube que empañara la luz. Sería un cielo con inmovilidad de cristal. ¡Lo imperturbable que estaría el azul!, pensé. En cambio, la brisa que a ratos se me tiraba sobre el cuerpo desnudo me hizo pensar en que una mujer, cualquier mujer que anduviese en ese momento por las calles, tendría que sujetar las faldas de su vestido para que el viento no se las levantara.
Me miré. Caderas cuadradas, largas piernas. Un cuerpo bastante joven, blanco, y liso. Qué curioso. El cuerpo era mío. Desde siempre, desde que yo podía recordar, el cuerpo estaba ahí, acompañándome. No ante mí, sino conmigo. Más fiel a mí que al mundo. Pero, precisamente, el ser mío, el que fuera yo quien lo tuviera, lo hacía distinto de mí. No era un objeto. Eso no. Mi cuerpo no estaba al final de una perspectiva sino que era mi perspectiva. Sin embargo, ¿no era mi cuerpo la parte con la que mi yo empezaba a apropiarse de todos los objetos del mundo? (¿o quizá la parte por la que el mundo empezaba a invadirme con sus objetos?). Miré y remiré mi cuerpo: entreveía las órbitas de los ojos; si cerraba un ojo, la punta de la nariz; y a medida que la mirada iba hacia las regiones más distanciadas de los ojos me vi como un ancla. El cuerpo era mi anclaje en el mundo.
(El Grimorio 1961)

viernes, 27 de agosto de 2010

En un gran descuido, me puedo morir.
Sollozo, agonizo y lloro cuanto más pueda.
Estoy dormida y quiero que me sostengan.
Soy como un bebé.

viernes, 20 de agosto de 2010

Y si las cosas se agudizan a la voz de los niños;
Si todos los días cayeran colores, como si vos y yo, y todos estuviéramos por siempre motivados inmensamente,
simplemente podríamos mantener el orgullo propio de esparcir libertad y congelamiento del sol interior. Para sonreirle a ambas cosas, para tener un concepto de lo esencial en pocas palabras, gestos, miradas, estados de la razón.
Cambiar el panorama con la vista y la transferencia al corazón.
Observando las raíces de la interpretación que se deleita a la orilla del aire, un aura marítima llena de esperanza. Porque la vida es eso más cada colorante, condimento y especie que le agreguemos.
Somos las personas todas, todas las personas en una. Una ola de presión a la felicidad. Porque así se organiza el momento, esa felicidad química, esa felicidad de una persona en todas, y todas en una en un sólo momento.
Se puede sostener la diversidad, ser aún más radiante.

viernes, 13 de agosto de 2010

A veces internarse una idea en la mente, te convierte en un servidor.
Soy una bandeja de ideas que se sirven a mi percepción del deseo.
Soy un gesto constante de pobreza, de estancamiento, de psicopatía cerebral.
Me ganan las palabras. El sentido me absorbe, muy ligeramente me carcome completa.
El pensamiento empieza suave, pero a raíz de las palabras, me desespero, me revuelco y me embarro más y más. HASTA QUE ME ABRO, Y ME OBSERVO HUMILLADA EN MI INTERIOR. Hasta que mi pensamiento, ES UNA REFLEXIÓN. La máquina se apaga y...qué sentido tenía que no me acuerdo?

Matin ethereal


Hoy sentí, viví, respiré de verdad.
Caminaba entre paupérrimas mentes, sintiendo una inercia inexplicable.
Cada paso era motivado por algo externo a mi. Una incertidumbre exquisita, sublime.
Andaba un camino que no era el planeado, algo alto, algo lejano me impulsaba y yo era feliz.
No me hacia falta nada.
No buscaba, no encontraba.
Mi mundo era fuerza aterradoramente encantadora que me llevaba a un lugar que no tenía forma en mi mente.
Hacer mi propio camino, pero sin pensar. Es una pena que no me salga todo el tiempo, pero puedo afirmar que es indescriptiblemente hermoso.
Nada me importaba, mi burbuja y yo. Fui feliz.

jueves, 12 de agosto de 2010

Leer para ocupar el tiempo es renunciar al golpe del concepto. Irse por las palabras es buscar la fácil evasión de la saliva.
Mirar a nuestro pueblo y no hacer nada por él es reconocer que nacimos castrados y que moriremos vendidos.

Liberté


Me mastico las palabras
de aquella tormenta ruidosa,
me adormezco en el silencio
de ser cadáver;
Me ha mentido esta vida cartón;
Y ahora me tapo las orejas al egoísmo
y le escupo la frente con mi indiferencia,
por que es evidente que si mi dignidad tuviese precio, no conocería lo sublime del sabor a libertad.

martes, 10 de agosto de 2010

Las palabras son un laberinto que nos pueden llevar a donde no queremos ir.
¿Mejor callar?
Encerrarse en la burbuja de siempre, donde no nos adentramos en la selva desconocida ni vivimos aventuras, pero estamos seguros.
Tratamos de abrir los ojos, pero los sentimientos, los deseos, nos los vuelven a cerrar.

"¿Porqué a veces sentiremos una tristeza parecida a la de un par de medias tirado en un rincón?"
Oliverio Girondo.
me duermo
mientras me duermo viajo
mientras viajo corro
mientras corro siento
mientras siento pienso
mientras pienso me escapo
mientras me escapo trato de encontrarte
mientras trato de encontrarte caigo
mientras caigo parpadeo
mientras parpadeo me pierdo
y así perdida
media parpadeando, media cayendo, tratando de encontrarte cuando me escapo del pensamiento y corro en este viaje de mi sueño
despierto.

mental asshole.

No podemos concebir ni la cosa más simple ¿Qué nos hacemos tanto la cabeza si terminamos sin saber en dónde estamos parados?
Es lamentable...el estado de pelotudez mental se adueñó de mi durante un período, en el cual cometí errores, pronuncié atroces barbaridades, y lloré mares.
Mi estado de pelotudez mental no sólo propició mi facilidad para la equivocación, sino que me costó angustia, dolor y desesperación.
Yo debería haberme quedado encerrada en mi casa, para no contagiar a nadie, porque lo terrible es que se contagia.
Es feo equivocarse. Aunque se diga que de los errores se aprende. Pero en ese aprendizaje, pueden herirse los sentimientos míos, del otro, y de todos.
Y después no queda otra que hacerse responsable de los propios actos, no? Por más que hayan sido errores involuntarios.
Hay tantas cosas en juego, que cuando caemos en la cuenta entra la desesperación.
Pero tengo seguridades que nunca me abandonan. Lo que siento de verdad en mi ser.
No quiero que me des la espalda.
Quiero progresar y aprender a tu lado.
Si querés estar, te pido sólo una cosa:
Cuando veas que estoy por enfermarme de pelotudez mental, abrazame rápido, acurrucame y dame calor, besos y caricias, así no puede instalarse esa enfermedad en mi y somos felices para siempre (sin comer perdices porque creo que no me gustan).
Así que cuidado cuidado! Después no digan que no advertí.

lunes, 9 de agosto de 2010


Siempre mejor gastarse menos en la incertidumbre roñosa,
y sumergirse en la ternura tangible y transparente.
Una nube
con los labios dulces.

jueves, 5 de agosto de 2010

Vos decís?

لا أفعل أكثر من كتابة أشياء مجنونة أن لا أحد يهتم

Me presento fría y en ausencia de partes.
Una nube intestinal del destino.
Un universo inversamente de frente apocado en hojas y espadas.
Un hada y un ángel que remueven el suelo y hacen bailar alces. Los venados se tuercen de lado a lado y recitan versos en el lago.
Un cariño y un esfuerzo.
Un escuerzo y un verso.
Un verbo, un deseo.
Me inclino hacia tu lado oscuro.
Tu inminente presencia de soles apagados.
Tu caro sudor, tu presente elaborado, que ya no es presente sino un pasado.
Maniobrando el futuro, girando el eje.
Me atrevo a contemplar tu lado oscuro, susurrándote vida al oído, susurrándote animales y colores.
Yo no cobro infancias, no cobro instancias, cobraría el alma aquel último día. Pero ya no estaré viva. No quieras sujetarme a la corteza de tus ideas. A la corteza de tu reflejo, tu ironía. A la corteza de un palo borracho, borracho de lejanía. Porque allí olvídate que creeré en algo. Sólo los sueños por las noches, y tu voz que me hace grande, tu mirada que cohíbe silencios, esperas, cohíbe presas.

lunes, 2 de agosto de 2010

Me veo destruida para adentro.
Tengo un metabolismo horrible.
Me creo una catarsis interna de llanto y desunión.
Porque me doy lástima, y caigo de cadena en cuello, sin refuerzos.
No hice nada para evitar mi desacuerdo.
No hice nada para no verme obligada a encerrarme en un cito plasmático cuadro de enfermedad.
Mis lágrimas tal vez sean falsas. Pero cuando la ilusión se rompe, me siento obligada a desenfocar mi hediondo panorama.
Me otorga desanimo. Me bombean emulsiones desagradables por los ojos, por detrás del cerebro, por los poros.
No me castigues, yo me doy remedios.
Continúa desgarrándome mi parte mediocre.
Me encuentro abandonada de presente. Pero con un futuro efectivamente proyectado.
Tengo descomunales raíces incompletas al aire que desaprovechan mis días y mis ideas.
Estoy rodeada de columpios educacionales pero sólo tengo en cuenta el movimiento. Es lo que por ahora observo, y lo que mágicamente absorbo de mis circunstancias.

domingo, 1 de agosto de 2010


Inaudito paisaje cerebral.
Colapsado de terremotos inhospedables
en presencia de mucha fiebre de humano.
Sabotaje.
Iluminación descapotable de vanas ideas.
Deseo de toro, paciencia de ave.